A pesar del inquietante planear de los buitres negros sobre la Sierra de la Mosca (Cáceres), a los amantes de este páramo se les encoge el corazón de saber que estas aves puedan estar amenazadas. A finales de enero, la Sociedad Extremeña de Zoología entregó a la Junta de Extremadura los últimos datos de avistamiento de aves. Además de más buitres negros, se constató la presencia de otras especies en peligro de extinción como búhos reales, cigüeñas negras y águilas. Los zoólogos consideran urgente declarar la Sierra de la Mosca como Paisaje Protegido.  

La urgencia se debe a que este paisaje pronto podría transformarse en un cráter enorme. En el centro de este parque natural, bajo tierra, se encuentra el segundo mayor yacimiento de litio de Europa. Un consorcio llamado Tecnología Extremeña del Litio quiere extraer este metal en una mina a cielo abierto y procesarlo para obtener hidróxido de litio, elemento clave de las baterías que impulsan los vehículos de movilidad eléctrica. Junto al consorcio extremeño están Infinity Lithium, una empresa australiana y la constructora española Sacyr, representada por la filial Valoriza Minería.

Las primeras viviendas de la periferia de Cáceres se sitúan a menos de un kilometro de lo que sería el epicentro de las extracciones mineras. El santuario de la Virgen de la Montaña, la patrona de la ciudad Cáceres, está a unos 500 metros de distancia. Hasta el casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, habría menos de 3 km.

El hueco y la ciudad: Visualización de la proyectada mina de litio al lado de Cáceres, creada por la plataforma ciudadana Salvemos la Montaña a partir de los planos de la La empresa Infinity Lithium.

«Que yo sepa, en el mundo no hay ninguna mina tan cerca de una ciudad de 100 000 habitantes», dice Santiago Márquez, miembro de la plataforma ciudadana «Salvemos la Montaña» con unos 80 miembros activos y alrededor de 9 000 simpatizantes. Santiago es, junto con Montaña Chaves, la voz cantante del activismo local, que organiza manifestaciones, acciones y informa a la ciudadanía sobre los peligros de la minería de litio desde 2017.

«Que pasará después, en 25 o 30 años, cuando todo esté explotado y no se pueda usar el terreno?» pregunta Santiago. «Quién nos garantiza que la operación durará realmente 25 años y no pasará como a Aguablanca?». En 2016 otra filial de Sacyr, llamada Río Narcea Recursos cerró la mina de níquel de Aguablanca, que se sitúa a 200 km al sur de Cáceres. Según la empresa, la mina cerró por la bajada de precios de níquel. Tras la operación, dejaron un cráter de 300 metros de diámetro, un lago con lodos tóxicos, una escombrera, y 300 trabajadores parados.

Más de 9000 toneladas de dinamita

Desde la cima de la Sierra de la Mosca, la mirada se pierde en la lejanía y a los cuatro vientos. Santiago se agacha para coger unas piedras. Se trata de cuarcita, que es un mineral muy resistente. «La dinamita que usarían, según el informe que la empresa tiene en su plan de explotación, serían 9 300 toneladas de dinamita de tipo Anfo.» Santiago y sus compañeros de la plataforma han analizado al detalle el estudio de impacto ambiental elaborado por la propia compañía. Entre los impactos contemplados se encuentra la destrucción del hábitat, reducción de la calidad del aire del entorno, ruidos, vibraciones, y atropello de animales.

El ayuntamiento de Cáceres publicó en 2018 el estudio de impacto en su página web. La minera demandó a la entonces alcaldesa Elena Nevado por la publicación de un estudio que consideraban privado/confidencial. Pese a los intentos de la empresa por convencer a la alcaldesa de la adecuación la futura mina de litio, Elena Nevado no cedió: «La empresa no ha sabido responder de forma clara a ninguna de las preguntas, como el número concreto de puestos de trabajo, si se instalarían otras industrias asociadas en la ciudad, o cómo se restauraría la zona degradada tras 24 años de explotación», argumentó Nevado.

En algunas de sus declaraciones, la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, parece una potencial aliada de los Cacereños que luchan por la conservación de la naturaleza: «Lograr que la naturaleza recupere la salud es fundamental para nuestro bienestar físico y mental y nos ayudará a luchar contra el cambio climático y los brotes de enfermedades.» Von der Leyen pronunció estas palabras cuando presentó la estrategia de la UE sobre biodiversidad para 2030, el año pasado. Esa estrategia responde a que la población mundial de animales salvajes se ha reducido en un 60 % en los últimos 40 años. A día de hoy, un millón de especies están en peligro de extinción. Según el texto de la estrategia, que es parte del Pacto Verde Europeo (European Green Deal), la mayor amenaza para la biodiversidad son las actividades humanas no sostenibles.

Tal vez por ese motivo, Montaña Chaves, activista-ecologista de Cáceres y defensora del proyecto Europeo, manifiesta su sorpresa al saber que la UE esté apoyando el proyecto de minería de litio en Cáceres. En marzo 2020 la empresa australiana Infinity Lithium publicó una noticia para la bolsa de Sydney: „Infinity se convierte en el primer proyecto de litio que recibe fondos Europeos.“ Según la noticia, EIT Innoenergy, una empresa publico-privada que recibe fondos del UE, invertirá 800 000 Euros en el proyecto Cacereño de Infinity Lithium. Al cerrar este acuerdo, el valor de las acciones de Infinity Lithium subió en casi un 100 %.

Pero el apoyo de la UE al proyecto no está tan claro: el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT) es una agencia europea que financia 25 % del presupuesto de EIT Innoenergy. Pero el EIT Innoenergy no es, como hace creer su nombre, una agencia Europea, sino una sociedad anónima. ¿Está entonces la UE invirtiendo dinero publico en el proyecto de la mina de litio en Cáceres? El EIT Innoenergy lo niega de manera contundente. „Los 800 000 Euros no están destinados a la mina de Cáceres sino al procesamiento del litio.“ según un portavoz de EIT Innoenergy. Pero la planta de procesamiento de litio no se hará sin la mina al lado, afirma David Valls de Infinity Lithium.

Montaña Chaves intentó, en nombre de la plataforma de Cáceres, advertir a la UE sobre la supuesta inviabilidad del proyecto minero. El 3 de septiembre de 2020 Chaves solicitó que se efectúe un control democrático sobre la Comisión Europea y que se evite el uso fraudulento y interesado de los organismos de las instituciones Europeas por parte de compañías privadas. La petición se transfirió al comisario competente, el eslovaco Maroš Šefčovič. Después de 5 meses, la solicitud aun no tiene respuesta. Oficialmente por causa de la pandemia.

De la materia prima a la batería

Los activistas sospechan que la Comisión Europea, aunque declara proteger el medioambiente y la biodiversidad, no es una aliada en su lucha. El mismo día que Chaves presenta al Parlamento Europeo los argumentos sobre la inviabilidad de una mina de litio en Cáceres, Šefčovič presenta la nueva estrategia de materias primas criticas. En esta ocasión hable de «verdades duras: «Europa depende mucho de unos pocos países fuera de la UE para acceder a materias primas», advierte. Para garantizar el abastecimiento con materias primas en Europa es necesario explotar los recursos que hay en el suelo Europeo aplicando los estándares sociales y medioambientales más altos», subraya. La Comisión calcula que hasta 2025, el 80% de la demanda Europea de litio será cubierto por litio extraído en suelo de la Union Europea. Por eso, Šefčovič cuenta con 4 proyectos clave – uno de ellos es el proyecto de San José Valdeflorez en Cáceres, según fuentes de la Comisión.

Las explotaciones a cielo abierto son muy controvertidas porque destruyen paisajes enteros, contaminan el aire y generan escombreras de grandes dimensiones, lo que a menudo da lugar a conflictos sociales. Las ONGs exigen un derecho de veto explícito para comunidades locales afectadas por proyectos de este tipo, lo que la Comisión Europea no apoya. En Twitter, Inma T. Castro, profesora de matemáticas y residente de Cáceres comenta: «Nos toman por tontos si nos quieren vender eso como minería sostenible.»

Infinity Lithium promete puestos de trabajo y desarrollo industrial en una de las zonas mas débiles de España en términos económicos. «San José Valdeflórez es un proyecto industrial que prevé una inversión de 280 millones de euros y la creación de 1 000 puestos de trabajo directos e indirectos», se puede leer en la página web que los operadores del proyecto han creado. Promocionan la mina por su capacidad de generar una completa cadena de valor local que empieza en la extracción materia prima y termina con la producción de la batería para los coches eléctricos. Sin embargo, desconocen los planes para la construcción de una fábrica de baterías en Cáceres. Los hay para el País Vasco, Cataluña y en Valencia. “Nosotros suministramos la materia prima barata, pero el dinero se hará en otro lugar”, así se puede resumir la queja de los críticos extremeños del proyecto.

La justicia frente a la empresa

Con 33 años Luis Salaya es uno de los alcaldes más jóvenes de España. El socialista suele llegar en bici al ayuntamiento de Cáceres. En mayo 2019 cogió el relevo de su predecesora, la conservadora Elena Nevado, quien en 2018 publicó el Estudio de Impacto Ambiental de la mina en la página web del ayuntamiento. Salaya comparte con elle su postura hacia el proyecto de la mina de litio: «Es un proyecto nocivo para la ciudad.» nos dice en una entrevista. El turismo es una fuente de ingreso importante para la economía local. «Explotar litio en estas dimensiones pondría en peligro más puestos de los que crearía y dañara el medioambiente. Pero al mismo tiempo, el 20 % de la población cacereña está en paro. Cáceres y toda la región están sufriendo la emigración de los jóvenes que se van a Madrid u otros sitios con más posibilidades laborales”.

El rechazo mayoritario al proyecto tiene todavía otro motivo: el verano de 2017 Pedro, quien prefiere mantener su anonimato, descubrió a unos obreros de Valoriza Minería en su finca, que se encuentra en la Sierra de la Mosca. Estaban preparando el terreno para hacer catas. En conversación con el diario El Salto, Pedro dice que no se le avisó de las obras. El alcalde Salaya explica lo ocurrido: «Tenían un permiso que les autoriza para una serie de catas y excediendo mucho este permiso crean plataformas, hacen enormes caminos para el paso de maquinaria y causan un daño ambiental mucho mayor de lo que permitía el permiso. En 2018 el ayuntamiento de Cáceres abre un expediente sancionador y paraliza la obra.» Pero la empresa se niega a pagar la sanción. Según Valls, el director de Infinity Lithium España, la empresa no cometió ningún error. El asunto acabó en los tribunales. «Es una actuación que ha generado desconfianza en los vecinos y en las instituciones obviamente, porque ya la primera actuación que la empresa minera tuvo en la cuidad confirma todos los prejuicios que se puedan tener sobre la forma de actuar de sociedades de este tipo.»

También la Unesco se enteró del proyecto y pidió informaciones al Ministerio de Cultura. La Unesco considera incompatible la minería con el estatuto de Patrimonio de la Humanidad y por eso vigila con atención el desarrollo del proyecto.

De momento no hay un permiso de explotación, que debería emitir la Dirección General de Minas de la Junta de Extremadura. Según el plan urbanístico, el terreno donde la empresa quiere extraer el litio no permite ninguna actividad industrial. Ya en 2018 Infinity Lithium intentó que el gobierno local votase sobre la modificación del uso del suelo. Pero el esfuerzo fue en vano porque una mayoría de concejales lo rechazó. Valls, sin embargo, no pierde el optimismo. «Si el estudio de impacto ambiental es favorable, la ciudad tiene que actuar en consecuencia a la declaración de impacto ambiental.» dice en conversación con el diario suizo WOZ. Valls también minimiza la oposición ciudadana al proyecto: «Hay un grupo pequeño de residentes afectados que hacen mucho ruido», dice el geólogo, “pero esto no quiere decir que la mayoría esta en contra.» A pesar de esto, Valls no tiene cifras que corroboren tal afirmación.

A día de hoy, la plataforma ha conseguido 35 000 firmas en contra de la mina a cielo abierto, y la semana pasada se juntaron 2 800 personas para crear una cadena humana. En el gobierno local, de los 25 concejales, 23 se oponen al proyecto. El alcalde, también opositor, cree el estudio de impacto ambiental no puede salir favorable al la mina, por cuanto estaría demasiado cerca de la ciudad.

Resistencia también en otros lugares

La minería a cielo abierto no solo esté ante las puertas de Cáceres. En los últimos años, las licencias de investigación y exploración han aumentado considerablemente en toda la región de Extremadura y alrededores. Actualmente, en Extremadura hay 230 licencias activas porque más y más empresas mineras buscan metales necesarios para la transición ecológica, como por ejemplo tierras raras, vanadio, cobalto y cobre.

En la provincia de Badajoz, Valoriza Minería, junto con la canadiense Lundin Mining, tienen un proyecto minero para extracción de cobre y oro. También aquí se está formando un eje de resistencia ciudadana a este proyecto a cielo abierto. En este caso, es La Plataforma Alconchel sin Mina la que está documentando irregularidades por parte de la empresa, y negligencias por parte de las autoridades regionales. «La Confederación Hidrográfica del Guadiana abrió en diciembre de 2020 un expediente sancionador contra la empresa por una supuesta extracción de aguas subterráneas sin autorización.» explica Ángel Vicente, de la plataforma. Como en Cáceres, en esta región también hay  politicos locales que se quejan de la actuación intransparente de una filial de Valoriza Minería: Rio Narcea Recursos. «Están explorando la zona desde 2002 , pero hasta día de hoy no han facilitado ninguna documentación al pueblo», cuenta David Fernández, alcalde de Táliga. «Aunque el geólogo de la empresa me lo prometió hace un año»

Las activistas de Salvemos la Montaña tampoco se rinden y siguen con la lucha. O en las palabras de Montaña Chaves: «No estamos tranquilos hasta que no veamos todos los expedientes cerrados.»

Este artículo apareció por primera vez en el Wochenzeitung nº 09/2021, el Marzo 4, 2021 (https://www.woz.ch/2109/lithium/das-weisse-gold).

Sobre la autora

Linda Osusky trabaja como periodista independiente y directora de documentales. Su enfoque para contar historias está fuertemente marcado por sus estudios en Antropología Cultural y Social: observar, escuchar, participar. Se encontró con el litio al investigar las comunidades económicamente más débiles de España. En Extremadura, la periferia suroccidental de Europa, se encuentran cientos de proyectos mineros de exploración de minerales para baterías. Las contradicciones de la transición hacia una economía verde y sostenible son el tema del documental en el que está trabajando.